Seme y Uke

Ya me parecía extraña la petición de Seme de vernos hoy, parecía muy angustiado al otro lado del teléfono… la voz quebrada y con ese tono de recién despertando tan sensual que tiene por la mañana, pidiéndome que por favor nos viéramos en la habitación de un hotel muy romántico en Viena, era imposible decir que no. A pesar que habíamos discutido hace un par de semanas atrás ya lo extrañaba, por mi mente pasaban imágenes de el desnudo sobre mí, extrañaba sus besos, sus caricias, su pelo rubio sobre mi estómago cuando me besaba hacia mi entrepierna, esto me excitaba mucho y me hacía extrañar estar con el…. Pero debía ser duro, para que entendiera mi postura…… no puedo siempre ceder a sus decisiones.
Ya al bajar del avión sentí la emoción de verlo y también el bienestar de estar en casa nuevamente, me gusta el invierno en Austria todas las calles nevadas, un aire frio pero limpio se respira, el olor a calle mojada por la nieve y ese cobijo que da el verde de sus calles, muy diferente a Inglaterra donde todo es gris y frio, ahí estuve una semana con Arthur pasando mis penas. Esos faroles de luz tenue por la calle Burgasse más una noche con pocas nubes donde hacían ver algunas estrellas… le daba algo de romántico al camino. A lo lejos se ven las luces del Hotel Sans Souci Wien, sus 5 pisos y ese color blanco marfil lo hacía imponente y a la vez combinaba perfecto con la nieve a su alrededor; mientras caminaba no podía dejar de pensar en lo entretenido que sería ver otra vez a seme que a pesar de ser un hombre muy duro y serio tiene un lado muy romántico y lúdico, me encanta ese hombre. Al llegar a la recepción pido las lleves de la habitación a la que me dirijo muy emocionado, podía sentir esa angustia a lo desconocido que da en el estómago, esa sensación de que las cosas lleguen pronto y sobre todo en este caso no aguantaba las ganas de verlo.