La vida nos golpea sin piedad a cada instante y es bueno desahogarse, es bueno escribir sobre el dolor, la tragedia, el desamor, las tristezas y la amargura. El desahogo libera el alma y tranquiliza la mente y el corazón, por eso escribo, para desahogarme, sin ser juzgada ni criticada en esta sociedad intolerante y rebelde. Escribo poesía, en versos libres, sin ataduras de medida ni cadencia, sin nada que me limite a expresar lo que siento, sobre todo sin culpa y remordimiento.
Siempre tengo la sensación de querer escribir, sin saber que y a veces ni siquiera se me ocurre lo suficiente para una historia así que hago pequeños escritos, que he llamado "Escritos sin sentido."