La vida nos golpea sin piedad a cada instante y es bueno desahogarse, es bueno escribir sobre el dolor, la tragedia, el desamor, las tristezas y la amargura. El desahogo libera el alma y tranquiliza la mente y el corazón, por eso escribo, para desahogarme, sin ser juzgada ni criticada en esta sociedad intolerante y rebelde. Escribo poesía, en versos libres, sin ataduras de medida ni cadencia, sin nada que me limite a expresar lo que siento, sobre todo sin culpa y remordimiento.
Poemas o cartas sueltas que en algún momento describieron mi vida, mis pensamientos y sentimientos. Uso el verso libre.
Solo es poesía, solo expresión y libertad de las cadenas de la sociedad por un rato.
No pretendo influir en nada ni que nadie se identifique.
Cada vez mejoro con esto
siguiendo mi trayecto,
mis ideas fluyen mejor en mi cabeza
y con mis manos a palabras de traslucen
y quedan en papel suelto
con el tiempo.