Jace es una chica inglesa, su familia es muy amiga de la realeza nacional. Acaba de terminar sus estudios de la secundaria y como cada vez que su familia y ella tienen una oportunidad viajan a Rusia, donde vive su tía, la hermana de su padre, y pasan ahí las vacaciones. Ella siempre ha preferido Rusia, de hecho ahora que ha terminado el colegio esta pensando en quedarse a vivir ahí.
Tenía una vida normal, hasta que un día casi es atropellada mientras cruzaba la calle. El conductor, el chico más apuesto que probablemente haya visto, es un gruñón bipolar. Pero Jace no puede evitar sentirse atraída por él y la atracción es mutua. Se enamoran perdidamente, sin embargo Aleksey oculta un secreto y no es ningún juego de niños.
¿Se arriesgará Alekesy, y le contará todo o la dejará irse para no verla más y evitar así cualquier atentado contra su seguridad?
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.