Keana nunca pensó que podría vivir en Estados Unidos, igual como ir a una universidad en donde hospedan a sus estudiantes con residencias de la misma. Encontrarse con su prima favorita; y revivir las locuras que hablaban y hacían. Pero lo que menos pensó, era que su vida daría ese giro que se necesita cuando tu vida es lo bastante aburrida, antes de fijar sus ojos en aquellos potentes grises. "Y Keana nunca pensó tener un aterrizaje tan asombroso, cuando levantó la mirada y se topó con los ojos más hermosos".