Hace treinta y cinco años atrás no me habría arrepentido de nada. En esos momentos de mi vida no era más que un bastardo de veintiún años jugando a ser Dios. Desde ese entonces, mi vida se había convertido en una estancia desagradable en este mundo. Mis motivos de vida eran obsoletos y se disipaban con el alcohol cada noche. <<EL QUE LA HACE LA PAGA TARDE O TEMPRANO VIEJO DE MIERDA. ME QUITASTE LO QUE YO MÁS QUERÍA, AHORA ME TOCA A MÍ. SUFRIRÁS Y ROGARAS TU MUERTE. >>All Rights Reserved