Perdámonos en la calle, en los bares, en las rotondas, en las discotecas, en los jardines, en los hospitales, en los cafés, en las paradas de bus, en los estancos, en la playa, en el monte, en el bosque, en los cines, en las autovías, en la escuela, en las noches, en los días, en las mañanas, en las sábanas, incluso perdámonos en el futuro.
Me da igual donde perderme, si en esa ruta tú te pierdes conmigo. No tengo miedo a conocer lugares nuevos, tengo miedo de conocer tu cuerpo, pero a la vez quiero explorarlo con detenimiento.
Quiero conocer cada cosquilla tuya, recorrer cada centímetro de tu cuerpo, contar todos los lunares de tu desnudo cuerpo, acariciar tu piel, admirar tus ojos, agarrarte de las manos, abrazarte por la espalda, susurrarte que te quiero. Quiero verte desnuda y así poder conocer el paraíso. Mi paraíso. Poder agarrarte de la cintura mientras te beso el cuello, y quiero hacerte gemir y hacerte gritar de placer.
Quiero hacer tantas cosas contigo que me faltarían seis vidas más por vivir.
Así que, vuelve a perderte conmigo. Te prometo que cuidaré de ti y haré desaparecer tus pesadillas, haré que tus demonios se vayan a Madrid y no quieran volver. Si hace falta recorreré Málaga entera gritando que te amo, que siempre te he amado y que siempre te amaré. Quiero entrar a un restaurante y pedir una mesa para dos, sabiendo que serás tú quien se siente delante de mí, tocándote la rodilla cada vez que mires hacia otro lado para que me prestes atención.
Quiero ver esa sonrisa, y poder besarla. Madre mía, no sabes lo que daría por besarla, o tan sólo con poder verla.
Te llevaré a donde tú quieras, te haré la chica más feliz del mundo si me lo permites, y te demostraré cada día todo lo que te quiero.
Tan sólo quiero poder demostrártelo, déjame intentarlo.
De verdad que quiero perderme contigo, de verdad que quiero tocarte, abrazarte, besarte, acariciarte, hablarte. De verdad, de verdad que quiero.
«Cuando viste el potencial que tenía de convertirme en sol, quisiste convencerme de que era el cerillo más bonito que habías visto»
SINOPSIS
Ella era un alma libre, una sirena con ansias de conquistar los océanos. Él parecía el hombre perfecto, pero guardaba un secreto: quería convertirla en sardina y mantenerla cautiva en una pecera.
¿Cómo volver a nadar contracorriente, si la convencieron de que su vida debe ser tras los cristales?
¿Cómo volver a mirarse al espejo, si en el reflejo ya no se ve a sí misma?
Dime, ¿Cómo se encuentra el olvido?
365 cartas fueron la respuesta que Danny encontró para dejar atrás a Narciso.
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