En esta entrega, Sookie se enfrenta a su ruptura con Bill y retoma su vida normal en Bon Temps, o al menos todo lo normal que puede ser. Aunque se ha propuesto no involucrase de nuevo en asuntos de vampiros, no puede evitar romper la promesa al encontrarse a un desmemoriado Eric Northman y convertirse en su protectora. Las responsables son un aquelarre de poderosas brujas, cambiaformas y consumidoras de sangre de vampiro, que también quieren controlar a los seres de dos naturalezas de la zona. Mientras tanto, Jason, el hermano de Sookie, desaparece misteriosamente.