Sentía mi mundo caer, mi vida, me siento impotente de no proteger a la chica que me cambio la vida por completo, no soporto ver sus ojos aterrados de miedo.
— Thomas, mirame.
— Tienes que irte.— las palabras apenas pudieron salir de mi boca.
— ¿Que? No, Thomas. No me voy a ir, voy a enfrentar esto contigo. ¿acaso no lo entiendes?
— Hazel, tu eres la que no entiendes ¡TE QUIERO PROTEGER NO LO VES! ¡Por un demonio! miles de sicarios nos están buscando, te están buscando para lastimarte! No me lo perdonaría nunca si algo te pasará.
— Thomas, cariño mirame— y coge mi cabeza entre sus manos para que la mirase. Justos uniremos fuerza para protegernos unos a los otros, no me digas que me valla por que no lo voy hacer.
— Hazel...
— Nuestro amor es tan fuerte que derivará todo muro, todo mal. Porque nuestro amor no tiene límites. — me susurra contra mis labios con tanta sinceridad que me hizo estremecerme me hizo sentir completo y más cuando unió nuestros labios en un apasionado beso.
Ella odia la atención
Él adora la fama que tiene como jugador
Ella ama leer
Él ama el fútbol
¿Conseguirán ser más que amigos aunque ella sea vasca y él catalán? ¿Aunque ella odie el fútbol y él leer? ¿Aunque él la vea como la fan del Athletic y ella como el defensa del Barça?