Story cover for Terrores Nocturnos || Larry Stylinson by smilebyLarry
Terrores Nocturnos || Larry Stylinson
  • WpView
    Reads 8,253
  • WpVote
    Votes 639
  • WpPart
    Parts 4
  • WpView
    Reads 8,253
  • WpVote
    Votes 639
  • WpPart
    Parts 4
Ongoing, First published Jul 11, 2015
Louis Tomlinson, un niño de dieciséis años, muy distinto al resto de sus demás compañeros: introvertido, tímido, callado y dócil, sufría un grave problema de "terrores nocturnos" y cada noche parecía que sus pesadillas empeoraban. Para su mala suerte, su madre trabajaba casi todo el día y viajaba muy seguido, dejándolo solo y muriendo de miedo; hasta que un día ella decide invitar a su sobrino a vivir con ellos, el cual cuidaría de Louis, pero no de la manera en la que ella esperaba.
All Rights Reserved
Sign up to add Terrores Nocturnos || Larry Stylinson to your library and receive updates
or
#964stylinson
Content Guidelines
You may also like
You may also like
Slide 1 of 8
Estocolmo | Larry Stylinson (Editada) cover
Wedding Planner | L.S cover
Client | L.S cover
Until the lie lasts us   |L.S| cover
EL TIERNO Y EL BASTARDO cover
Yours To Lose [bottom!louis] [traducción] cover
I just need you cover
¿Qué me has hecho? cover

Estocolmo | Larry Stylinson (Editada)

57 parts Complete

Louis, un chico de 24 años, era el hijo único de la adinerada familia Tomlinson; su padre era el dueño de casi la mitad de las empresas londinenses y su madre era la dueña del 45% de QVC. Louis trabajaba en la empresa más grande de inversiones de Londres, en la que por supuesto, su padre era el dueño. Harry, por otra parte, había perdido a su madre en un accidente; Styles, era un apellido modesto, y él se dedicaba a hacer "negocios". ¿En que momento se cruzan estos dos seres de mundos completamente opuestos? En el momento en que Louis caminaba por la calle, aparentando tranquilidad a pesar de tener un mal presentimiento. Algo no se sentía bien en el ambiente; estaba completamente seguro de que algo saldría mal en algún momento, estaba seguro que todo se iría al carajo en cuestión de segundos. Harry, mientras tanto, observaba con diversión la manera en que, poco a poco, su víctima enloquecía.