Contesté el teléfono sin pensar en lo que me esperaba y traté de poner mi voz lo más inocente posible. -¿Sí? -¡HIJA DE TU REVERENDA MADRE! ¡¿EN DÓNDE MIERDA ESTÁS?! -Eh... Ejem... -¡HABLA YA O TE CORTO LA LENGUA! -Si me cortas la lengua no podré decirte. Se escuchó un gruñido de parte de Jackie y reí. -¡DEJA DE REÍRTE AHORA, ERIN!-Su enojo había causado que me riera todavía más-Agh, ¡no se puede contigo! ¡Ven aquí ahora o te mandaré personalmente a la cámara de los secretos! ¡Talvez sea mejor enviarte Rosas blancas! -Ya, ya. Que estoy en camino. -¿Hacia dónde? ¿Tokio? ¡Te has tardado más de media hora y tengo aquí a 50 chicos esperando una aprobación de Guerra! ¡ME ESTÁS DEJANDO EN RIDÍCULO!-Chilló. Sonreí de lado aunque sabía que no podía verme-Tranquila Jackie... La Guerra ya ha comenzado, linda.