La muerte, esa gran incógnita que de cierta forma siempre he estado esperando, pero, tras ver esos ojos ónix todo cambia, todos tus esquemas se rompen, él te obliga a seguir luchando, a tener algo por lo que luchar, él que lo ha perdido todo, y de cierta forma yo lo comprendo. La primera vez que lo vi tengo que admitir que fui una hipócrita, me aleje de él al igual que todos los demás, tenía miedo, o quería pretender que lo tenía, no lo trataba como persona, si no como ... monstruo.
Hasta que lo conocí mejor, esos ojos negros como el alquitrán, ese jodido acento italiano que me tiene loca, esa chaqueta de aviador, y ese aura de chico malo que lo rodea, eso es lo que me hizo acercarme a él, lo que me hizo estar condenadamente enamorada de él, es pero que algún maldito día lo entiendas Nico di Angelo, que entiendas que Ariadna, la torpe hija de Ares, esta jodidamente enamorada de ti desde aquella vez que hablamos en el lago.Alle Rechte vorbehalten