Enamoras a los hombres, con tu encanto mujer. Los besas y los llenas de placer, y luego con tu verdadero ser acabas con aquella persona que te quiso poseer. Muchas te dirían que tan solo un espíritu podrías ser pero la vil realidad es que tu una criatura real eres y naciste para matar una Arpia una diosa y una brillante mujer, que quiso convertirse en humano pero que tristemente debe desaparecer.
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