Soy forzada a fingir una sonrisa, una risa, cada día de mi vida. Posiblemente, mi corazón no puede romperse, cuando no estaba ni siquiera entero al empezar. Por tu culpa, nunca me alejo demasiado de la acera. Por tu culpa, aprendí a jugar en el lado seguro para no hacerme daño. Por tu culpa, encuentro difícil confiar no solo en mí, sino en todos alrededor Por tu culpa, tengo miedo.