SeHun es médico, espera ansiosamente que la salida de su turno sea comprobada, está ansioso, su cuerpo anticipa lo que sucederá, su pulso se lo cobra al acelerarse, no puede atrasarse más. Intenta enmascarar sus sentimientos con una expresión indiferente, ajeno a todo mundo, pero sus acciones lo delatan; lo delatan por la rapidez con la que olvida su bata blanca en el casillero, asimismo, con la rapidez con la que toma lo necesario para largarse de ahí. LuHan es editor, sus dedos bailan sobre el escritorio, y no puede corregir más, no puede pensar en las palabras escritas en la pantalla del computador, no puede abandonar los estremecimientos que bajan desde su columna vertebral para perderse en el más recóndito lugar de sí mismo. Está desesperado, deseando que el reloj marque las 10:00 pm, esperando que el toque en su puerta le diga que es hora de salir, de ir por lo que ha estado anhelando. Ambos abandonan sus trabajos. Ambos son arrastrados contra corriente.Todos los derechos reservados
1 parte