Story cover for Ya no puedes volver// (Gay-Yaoi) by _Forgiveness
Ya no puedes volver// (Gay-Yaoi)
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Ongoing, First published Jul 18, 2015
Kaoru vivía alejado de todo, con una voz al oído susurrando "no estás solo" mientras el chico lloraba. Su vida era horrible, quería alejarse de esas personas pero nadie lo escuchaba. Hasta que llegó ese chico... Quien había llamado su atención desde que le habló por primera vez un día de clases lluvioso.
"Casi nadie en su clase, el profesor leyendo un libro, las pocas chicas que habían asistido hablaban de chicos. Y Kaoru miraba por la ventana, viendo las gotas caer, deseando ya estar afuera bajo esa lluvia otoñal... Suspiró, llamando la atención de quien estaba a su lado.
-Oe, Kaoru, ¿pasa algo?- dijo una voz grave pero amigable. Giró la cabeza y vio unos profundos ojos verdes, de esos en los que te pierdes."
Ese momento cambió el rumbo de su vida, sin saberlo siquiera.
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Entre saques y latidos

31 parts Complete

Hay vínculos que no entienden de distancias ni calendarios. Algunas personas simplemente dejan una huella, como si hubieran escrito su nombre en el corazón de alguien más... incluso cuando los separan océanos. Tsukishima Kei no era el tipo de chico que solía sonreír fácilmente. Ni en la primaria ni ahora, en su primer año de preparatoria en Karasuno. Siempre con los audífonos puestos, la mirada afilada y el sarcasmo a flor de piel. Pocos sabían que, antes de que la vida lo volviera tan frío, había tenido una mejor amiga: Aiko. Una niña enérgica y testaruda que no se callaba ni debajo del agua y que, para sorpresa de todos, siempre lograba hacerlo reír. Pero Aiko se fue. A mitad de la primaria, se mudó al extranjero de forma repentina, dejando atrás una promesa hecha entre risas infantiles: "Si algún día volvemos a vernos, seremos imparables, ¿sí, Kei?" Él nunca respondió. Y ahora, cinco años después, esa promesa regresa... con una banda elástica atada en la muñeca, unos tenis desgastados por tanto correr, y una mirada que lo reconoció al instante. Aiko ha vuelto. Y el gimnasio de Karasuno está a punto de revivir un vínculo que ni el tiempo ni la distancia lograron romper.