Una chica, que su vida era muy tranquila: se levantaba , se vestía, desayunaba, alimentaba su gata, salia de su casa, y luego iba a su colegio, que quedaba en la otra ciudad, por lo que debía irse en tren, y luego de clases se devolvía, o iba a casa de sus amigas, y luego de hacer sus quehaceres se dormía. Un día su rutina cambia, cuando ve a un chico de su edad que se empieza a ir en el mismo tren que ella, y, resulta que también a su misma escuela.