El Discurso Fragmentario es un mosaico de textos en prosa que recoge, en forma de reseñas, comentarios y divagaciones, pensamientos del autor sobre su obra poética y la de otros en la necesaria fragmentación de ese fluir que es el hecho creativo y la toma de conciencia de ese mismo devenir.
La aparente dispersión o inconexión de los fragmentos no es sino una representación de las distintas intensidades, matices, frecuencias con que esa energía se traduce, y con ello se empobrece, en palabras al pretender dividirla en las propias secuencias mentales del autor, de todo autor, y dotar dicho fluir de un sentido, de una armonía distinta de la de su origen, su fuente que, por el contrario, es ilimitada y dotada de un sentido que se escapa a nuestra percepción. El dolor del artista, del arquetipo de creador herido, proviene precisamente de la consciencia de esa incapacidad de aprehensión global cuando se la intenta capturar mediante los símbolos.
El libro se apreciará entonces en la distancia que un mosaico requiere para dotarlo de una significación mayor que la de sus fragmentos aislados.