Classy Motherfuckers

¿Qué si un día un hombre con un costoso traje y la mayor pinta de multimillonario llamara a tu puerta? Y dime ahora, qué si en realidad lo fuera…
Todos siempre hemos creído que si tuviéramos dinero la vida sería más fácil. No tendríamos que analizar el gasto de cinco dólares en Starbucks y no compraríamos en rebajas. Un alguien del cual posiblemente ni el nombre tendríamos presente estaría encargado de seguir cada orden que gritaramos.
Atara ha vivido 21 del otro lado de la soga. Sus padres eran médicos de trauma y se ofrecieron para ayudar en el servicio militar de Texas, donde solían vivir en una casa de dos pisos que compartían con la hermana de su madre y dos primos mayores. Cuando tenía 19 sus padres murieron.
Dos años después ya era toda una mujer con responsabilidades y compromisos, con un trabajo estable y deberes para la Universidad. Con el dinero que la milicia le dio compró un departamento en Manhattan y se mudó luego de sólo seis meses de haber muerto sus padres. Todo fue normal hasta el día de Navidad.
Sus amigos más cercanos, estaban con ella en su departamento y jugaban Verdad o Reto. La puerta sonó con golpes duros y fuertes, Atara salió a ver quien era.
Un hombre que debía estar en sus cuarenta y tantos, alto, bien peinado, con el rostro como tallado en piedra, contextura gruesa y piel bronceada la miraba con una sonrisa. Llevaba un traje que, se notaba, era caro y sólo mirarlo hacia ver signos de dólar.
-¿Atara Ford?-preguntó.
-Si, soy yo.
-Mi nombre es Devin Valenti, tu padre es mi hermano. Bienvenida a la familia, Atara.