Seis meses. Seis putos meses viviendo en este pueblecito abandonado, ocultándome de aquellos que proclaman mi sangre, mi vida. Soy Aleida Headcliftter, hija de la mano derecha de Hitler, nazi, por supuesto. 15 años ocultándome de aquellos que me quieren ver tras las rejas, torturada, maltratada. No tengo la culpa de ser hija de Headcliftter. No ha cambiado nada, mi rutina no se ha quebrado; levantarme, bañarme a botes de agua helada, comer, y sentarme en un confidente a pensar el por que de mi desgracia. O eso pensaba. Llegaron, haciendo ruido, rompiendo todo a su paso y quemándolo, me buscaban, gritaban mi nombre. Y por desgracia, me encontraron. Me encontraron.