Lexi Barnes cometió el error de pensar que su vida era un desastre. Por supuesto, podía empeorar, y lo hizo. Una noche, ella y Andy Roux tuvieron un abrumador accidente de coche. Lexi salió con traumatismos, pero el chico no tuvo la misma suerte: cayó en coma. Lexi se sentía culpable de lo sucedido, por lo que decidió que cuando Andy despertase (que lo iba a hacer, lo tenía que hacer), desaparecería de su vida para siempre, sin mirar atrás. Él merecía ser feliz sin ella y los dos debían empezar de nuevo separados. El karma jugó su partida, pues Lexi tuvo la oportunidad de borrar su identidad... ...Andy despertó sin memoria.