El adivino perverso está aquí, y le adhiero el adjetivo por la manera tan desdichada en la que me mira; él, sabe lo que pasará en un futuro, pero en cambio, nunca me lo dirá, y no estoy seguro si me interese en realidad.
Solo quiere hacerme sentir su presencia.
¿Destino?
Sí.
¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿Qué?
Pero, probablemente, de pequeño fui con Zoltar Speaks, y temblaba, al sostener una moneda. Aunque Zoltar nunca cumplió mi deseo.
Probablemente, creyó que era ridículo.
¡Así que yo lo cumplí por mi cuenta, porque, te aseguro, que yo sé todo!
¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿Qué?
Yo hice todo esto. Porque yo quise todo esto.
¿Destino?
No.
Entonces... No creo más en un adivino perverso.
Entonces...No siento su presencia.
Entonces...No lo necesitaba.
Porque no existe.
Al igual que el pasado.
Y el presente es un presente.
Estoy ansioso por el futuro.
Pero, ahora, estás conmigo.
Pero, ahora, lo estoy logrando.
Y ahí estamos nosotros,
y ahí estamos nosotros,
y ahí estamos....
Y alucino.
Yo estoy rodeado de pequeños y gruesos papeles verdes, y estoy haciendo lo que me apasiona. Y la gente me busca, y me quiere.
Estamos en Brooklyn, en Exeter, en cualquier lugar que nos plazca.
No pueden detenernos.
Estaremos equivocados, dirás.
Y ya no hay nada que puedas hacer sobre eso."
Luke, un niño de 13 años amante de todo tipo de novelas, series y mangas, muere y reencarna en el mundo de Wednesday con poderes psíquicos por encima de la media.
Mientras se sumerge en el mundo de los marginados y los monstruos, descubrirá que no es tan simple como parece. Luke en su nueva vida es descendiente del famoso escritor Edgar Allan Poe y debe lidiar con un viejo rencor familiar.