-Ya te dije que no te soltare- Replico el ángel por enésima vez. -¿Por qué?- Pregunte aún más confundida mirando su torso desnudo, el cual estaba a pocos centímetros de mi rostro. -Hay demonios ahí abajo, ellos solo quieren lastimarte, si te suelto te harán daño, pero no lo voy a permitir. -¿De verdad?- Pregunte temiendo la respuesta. -Jamás te dejaría caer- Dijo posando la mirada en mis labios. Todos los derechos reservados. Se prohíbe su adaptación así como el robo parcial o total de la misma.