«La vida es una mierda» Esta frase sería la perfecta definición de lo que pienso de todo lo que me rodea si no fuese por la música. Si haberme mudado a la granja de mi antiguo pueblo con Carter y mi hermana fuese poco, la poción del desastre se completa con una pizca de situaciones embarazosas, una cucharada de clases de detención con un resultado muy musical, una buena dosis de una realidad que no cuentan en las películas y un poco de romance al gusto. ¡Listo! He aquí, el perfecto desastre en el que se había convertido mi vida.
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