Y allí estaba ella,
amenazando a mi familia con un gran martillo en las manos, a punto de estamparlo sobre mis padres y hermano.
-¡Nooo!
Me coloco a modo de escudo frente a ella, que sigue preparada para la masacre.
-¡Por favor! ¡No les hagas daño! ¡Dime qué es lo que quieres, y lo haré, haré cualquier cosa, pero por favor, no le hagas daño a mi familia! Confía en mí, por favor...
Sigue mirándome, pero no lo tiene claro.
-Quieres que vivamos juntas, ¿no es eso? - frunce el ceño y aprieta más fuerte el mango del martillo. Al ver que vuelve al ataque, la miro con ojos llorosos - ¡Por favor! - tomo sus manos - Lo que quieras, lo que quieras, me iré a vivir contigo para siempre, juntas, sin nadie que nos moleste, la una para la otra.
-¡No! ¡Marta, ni se te ocurra! - me grita madre.
-¿Juntas...?
Asiento.
-¿Para siempre...?
-Para siempre...
Kim nunca pensó que mentir en su currículum la llevaría a una completa travesía con su joven jefe.
Nico nunca pensó que darle una oportunidad a Kim la convertiría en el amor de su vida.