Desde qué tengo uso de razón, escribir ha sido siempre mi vía de escape para cada problema en mi vida. Todo comenzó cuando descubrí como podía esconderme detrás de los libros, mientras todo a mi alrededor se derrumbaba. Al crecer, ese sentimiento de complicidad, amor y respeto que sentía hacia los libros, evoluciono hasta convertirse en un sueño: Escribir un libro. Como toda niña, me emocionaba más el imaginarme siendo famosa por lo que podía llegar a escribir, como si de alguna forma esa fama o ilusión, pudiesen llenar el vacío que siempre he sentido y ese sentimiento me llevaba a ir a las carreras, buscando una meta, sin fijarme en todo lo que me estaba perdiendo. Pues ahora, luego de muchas buenas ideas, proyectos sin terminar y mi falta de disciplina a la hora de escribir, decidí cambiar la forma de ver las cosas. Ya no quiero escribir para ser famosa, ni recorrer el mundo gracias a mis libros, lo único que quiero es ser lo suficientemente buena, como para lograr inspirar o cambiar la vida de alguien, así como lo hicieron conmigo tantos buenos libros a lo largo de mi vida. Así que, estoy comenzando de nuevo, en este nuevo formato, que me permite acercarme de forma más efectiva a quienes realmente importan y me motivan... Ustedes... los lectores.