Desde el suceso que aconteció hace unos años en donde varios niños fueron asesinados por hasta ahora un hombre completamente desconocido, nada ha sido igual para él. No quiso hacerlo, pero no puede cambiar nada. Lo hecho, hecho está. Todo por ese estúpido ataque de locura. O tal vez, ¿fue a propósito? Ya no importa. Su mente ya está podrida. Bajo esa calmada apariencia se esconde un despiadado asesino. Oh, pobre Scott, si tan solo alguien le hubiese advertido sobre Vincent.