
Gerard se había fijado en Grace desde el momento que llego a su isla, pero al descubrir que ella estaba ahí bajo premisas falsas le ordeno que se marchase. Y, enfrentado a su obstinada negativa, el cínico soltero decidió aprovecharla a su favor. Dejaría que se quedase... en su cama. Pero ¿Una sola noche seria suficiente? Lo conocía todo salvo el deseo...All Rights Reserved