No puedes huir

Chloe creció entre las historias de seres sobrenaturales de sus padres, pero ella nunca pensó que esos seres serían reales hasta que unas noches después de cumplir 21 años fue atacada por un vampiro en una de las calles de Nueva York.

Este le hipnotizó para que no corriera, ni gritara mientras clavaba sus colmillos en la arteria carótida, a partir de ahí lo que quedaron fue una serie de recuerdos borrosos, ella cayendo en los brazos del vampiro perdiendo de a poco los sentidos y la vida, ella bebiendo algo de la sangre del vampiro antes de irse y verlo todo negro, no sentía nada, estaba consiente pero su cuerpo no reaccionaba y la garganta le ardía.

Había pasado solo un día desde que desapareció, no soportaba lo que era, cuando tuvo la oportunidad Chloe escapó de las manos de su creador y regresó a su casa, su familia se veía preocupada no solo por su desaparición sino porque ya sabían lo que era entonces decidieron enviarla al Lowell Institute donde aprendería a controlarse.