Ella nunca pudo sentir como acariciaba su cabello mientras pasaba horas mirando por la ventana, ni mi boca besar su hombro cuando dormía, ni mi mano posarse sobre la suya cuando lloraba desconsolada. Mis sordas palabras no calmaban su sed de amparo, ni mi mirada alentaba su vulnerable alma. Era como si no existiera para ella. De hecho, estaba muerto. Una fantástica historia narrada desde el punto de vista de un espíritu. Éste se convierte en el narrador de sus pesares durante la Guerra Civil en la ciudad de Barcelona, de su amor por Ángela, una joven cantante de taberna, y del trágico destino que le depara a ésta.