Hace mucho tiempo el mundo estaba plagado de dioses, seres que protegían la tierra y se hacían fuentes gracias a la fé que le tenían los humanos. Los tiempos cambiaron y ahora existen muy pocos de esos seres. Hiccup es uno de ellos, un espíritu, un dios, un guardián. El protector del bosque y de el único humano que cree ciegamente en él, Jack.