Jonathan, es mi perdición. Es la conclusión que he llegado. Seguramente imaginarás que esto es estúpido. Sin embargo, ¿qué dirías si te digo que siento que no puedo escapar de esos ojos, ni de esa sonrisa? Me atrapan cada vez que intento huir. Lo acepto, estoy loca. Loca por su forma de ser. Y lo peor de todo es que él ni siquiera me ve.
Escucho unos pasos. ¡Genial!, él otra vez. (¿es obvio mi sarcasmo?) Ese chico es Walter. Mi 'mejor amigo', aunque ahora no sé como deba llamarlo. Me pregunto por que siempre me lo encuentro cada vez que no quiero , supongo que él también se lo debe preguntar. Ahora, me vio y se está acercando ¿debería alejarme? No, creo que ya no hay opción.
- Hey, ¿qué haces? - pareció que trató de utilizar un tono de voz seductor. Falló.
Intente de ocultar una risita, creo que no funcionó ya que se avergonzó un poco. Es tan fácil de leer.
- Pensando... - ¿en serio has preguntado eso? Creo que tú eres el único que no quiere saber nada de mí. Por lo que me dijiste ayer.
- ¿En mi? - soltó una risa tonta. Es un idiota.
- Tal vez... es lo quieres ¿no? - le mire incrédula.
- ¡Oh! Lo adivinaste pequeña ¿quieres que te de un premio? - siempre bromeando. Tenía una sonrisa juguetona, parecía un niño. Supongo que eso es lo que me gusta de él. "Gustaba", todavía sigo enojada.
- Deja de hablar así, es extraño. -sonreí un poco, aunque quería bromear, sentía que se comportaba diferente. Aunque suponía el por qué.
- ¿Cómo?
- Solo...diferente, ¿entiendes?
- ¿Es algo bueno o malo? - sonrió. A veces, me preguntaba si algún día lo iba a ver serio. Una nueva faceta, sería interesante.
- "Excelente" - se quedó un rato callado, supongo que no se le esperaba. Se avergonzó un poco.
- ¿es lo que querías escuchar , verdad? Que pena. - una sonrisa traviesa se vio en mi rostro, amaba jugar con él.
- Que mala.
- Lo sé.
- Es una de las cosas que me encantan de ti.
- Lo sé, también.
Cuando Jana, una talentosa y apasionada arqueóloga, es elegida para un proyecto de exploración por el gobierno, no imagina que esta misión cambiará su vida para siempre cuando conoce al comandante Maximilian Hoffmann; el prometido de la mejor amiga de Jana, por más que intenten evitarlo la atracción se vuelve cada vez más insoportable entre ellos, mientras se embarcan en una peligrosa expedición que los hará vivir una aventura llena de mentiras, secretos y erotismo. ¿Logrará Jana evitar mezclar sus sentimientos y su deseo?