Mandy Spencer fue testigo del asesinato de sus padres. El Caso Spencer, como lo llamaron las autoridades, aun sigue abierto. Su única posibilidad de volver a tener un mínimo de normalidad es la tía Karen, de Florida. Tendrá que adaptarse a asistir por primera vez a un instituto porque siempre fue educada en casa, por sus excéntricos padres. La tranquilidad se rompe un mes más tarde, con la aparición de gatos degollados y un extraño vagabundo que parece que se encuentra en todas partes.