Luján se encuentra en ese momento de su vida que... Bueno, esta en stand by.
Su madre no deja de recriminar que está destruyendo el apellido.
Los compañeros y una amiga del pasado vuelven para recordarle lo poco que vale.
Los errores cometidos la persiguen.
Pero un día aparece un hombre, el cuál cree demasiado perfecto. Él le hará notar lo hermoso de la vida, lo que la llevará a replantearse varias cosas sobre sí misma.
Él es un hombre bueno.
Ella también, pero con un pasado que cada tanto regresa.
Él le cuenta todo.
Ella esconde algunos secretos que no quiere dar a conocer.
Las risas, las amistades, los llantos, las peleas, los gritos y el amor... Ingredientes para poder afrontar la vida.
No es fácil, a veces se puede caer, pero, como dice la canción, AVANTI, MOROCHA.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.