Solo escuchaba el sonido de sus voces dispersas por toda la habitación, escuchando cada uno de sus problemas. Era así, mi mayor defecto hacer míos los problemas de los demás, buscar su solución, siempre fue inmensamente frustrante el no encontrar una respuesta a veces, yo no lo consideraba un defecto pero otros sí.
Para muchos el hablar conmigo era su solución ¿Realmente la era? Estaba rodeada de pura gente problema, toxica. Tenía amigos adictos a las drogas, alcohólicos, chicas que sufrían de depresión, esquizofrénicos, bipolares, adictos a internet, lo cual sonaba un poco tonto o extraño pero cierto, habíamos llegado a eso extremos, también estaban los que siempre quieren arreglar todo con golpes, enfermos mentales por comer desenfrenadamente, los que siempre tenían un problema de amoríos, incluso de chicas que habían sufrido abusos por partes de sus familiares y se quedaban calladas por miedo, eran situaciones frustrantes que me llevaban al vacío a mí también como si esa fuera una zona de confort.
Era ahí cuando yo aparecía en la historia, a veces como consuelo otras como distracción —
—¿Pero quién me escuchaba a mí?— La nada, el silencio, el olvido…
La vida amorosa de Gia está por los suelos. Descubrió a su novio engañándola con su mejor amiga, y luego de unas largas vacaciones de verano empieza su último año de preparatoria donde tiene que enfrentarse a esta nueva pareja. Así que para demostrar que ya superó esa herida, no tiene mejor idea que besar a Ryker, el testarudo mejor amigo de su hermano, que está de regreso en la ciudad. Él accede a ayudarla y engañar a todos que están saliendo. Sin embargo, la sonrisa y calidez de Gia rompen el semblante serio de Ryker, mostrando los colores que se ocultan en su interior.
¿Podrán Gia y Ryker mantener su farsa o descubrirán que lo que comenzó como un engaño podría convertirse en algo real?
Iniciada: 1/1/25
Terminada: 22/02/25