Es hermoso un amor de niños pequeños, tal vez ellos ni sepan que es amor, pueden hacer mil promesas que en algún momento pensarán en cumplir, pero ese amor y esas promesas es lo más sincero y puro que puede haber. Siempre, claro si el destino quiere ese amor de niños se volverá a encontrar en algún momento de la vida y de la manera menos esperada.