En algunos momentos me sentía rota, deshecha, en ocasiones veía el borde de el precipicio, pero hoy es diferente...cambie, o la circunstancia me cambio, ya no puedo ser la misma. Me obligo a mi misma a comer, a pensar positivo, a no destruirme...porque se que ya no me pertenezco solo a mí. Ya no se trata de un juego absurdo, entre el filo y el cuchillo, una nueva mano se fuerza a mi muñeca, impidiendo el corte, el dolor.