Serena se acababa de mudar a Pueblo Boceto con la esperanza de iniciar una nueva vida y poder demostrarle a su madre que ella no estaba hecha para las carreras de Rhyhorn. Nunca pensó que iba a conocer a tantas personas, tampoco que sintiera todos aquellos sentimientos. Eso sí, lo que no se le pasó nunca por la cabeza es la peligrosa y emocionante aventura que estaba a punto de vivir. Tan solo eran unos jóvenes de 14 años, nadie pensaría que son capaces de hacer todo aquello, pero ellos demostraron aquello que los adultos no entienden: el potencial no es equivalente a la edad.