Si bien es cierto, los cuentos de hadas y princesas no existen. Un conejo blanco no la llevo a otro mundo ni mucho menos un niño que no quería crecer, pero en ocasiones tenemos que romper las barreras de nuestra imaginación y comenzar a soñar despiertos. ¡Soñar en grande! Por que todos llevamos un niño por dentro. Te invito a romper las leyes de la lógica y la cordura con una historia que te sacara más de una sonrisa. Lo prometo. ¡Vamos, anímate!