Aquella era una mañana de niebla como cualquier otra, en la cual se encontraba Jack paseando por la playa cuando escucha una voz celestial a lo lejos, en unas rocas. Se acerca curioso y se encuentra con una silueta, la silueta de aquellos seres fantásticos de cuerpo de ser humano y extremidades inferiores de pez que habitan las profundidades de los mares. Sí, la silueta de una sirena.