Cuando Silvania conoce a Lucas, no puede decirse que su vida se encuentre en su mejor momento, más bien es un auténtico desastre. Su marido la abandonó y se largó con otra; su madre la machaca y la desquicia hasta decir basta; su trabajo es un tostón y la nevera se ha convertido en su mejor aliada. Si a eso le sumamos una vida sexual en estado vegetativo, Silvania tiene todos los ingredientes necesarios para fabricar una bomba depresiva a punto de estallar. ¿Podrá Lucas devolverle la estabilidad o terminará por volverla loca de remate? Debuto con una original, arriesgada, desternillante y apasionada historia, que os hará reír, estremecer y soñar que todo es posible, con solo cambiar el color del cristal con que se mire.