-eres un cabrón. -le espeté furiosa. -tu si que una educada princesa, ¿no? - sonreía arrogante. maldito. ojala que lo viole la patilla mas grande del mundo. -tengo mas modales de los que le enseñas a tu hermana, hasta debería quitarte su custodia. -le pinché a sabiendas de que aunque hermana de cuatro años era la única criatura por la que lloraría sangre. - tengo que llevarte a tribunales. - ahora la artista era yo... - a la cama es que deberías llevarme... - gruñó por lo bajo como si lo dijera para si mismo. -¿qué haz dicho?- le pregunte asombrada. -¡QUE A LA CAMA ES QUE DEBERÍAS LLEVARME!- grito y entró en su casa con su hermosa niña de ojos azules en brazos. mientras yo no podía articular palabra. hijo de puta.