- ¡coree Alice! ¡¡corre!!- los gritos de mi mejor amiga Megan retumbaba en mis oidos, pero por alguna extraña razon se me hacian lejanos. Solamente veía a Megan delante mia esquivando a gran velocidad los árboles y los troncos caidos. Mi visión era cada vez más borrosa y no ayudaba que minutos atras al empezar a correr lo máximo posible las gafas se me hayan caido. Sentí que algo se abalanzaba encima de mi y caí al suelo dando un desgarrador chillido que me quemó la garganta. Sus grandes fauces se abrieron y fue directo a mi cintura undiendo cada uno de sus grandes y afilados dientes en mi piel morena. Chillé de dolor e intenté sacarlo de encima con todas mis fuerzas. Me hizo cinco cortes profundos en mi estómago con su garra. Lágrimas calientes descendian de mis ojos por el dolor acumulado en mi cuerpo. -"¿este es el fin?"- es lo único que pensaba. Lo que yo no sabia, es que esto no era más que el principio.