Fueron sus ojos, los que me llevaron a perder. Fue su sonrisa, la que me dejó ida. Fueron sus besos, los que me hicieron enloquecer. Fue su llanto, el que sentí, y me dejó abatida. Fueron sus gritos, que me hicieron estremecer. Mi pequeño chico, tu chica está aquí, a la espera de la vista. Por favor, sin demora, regresa para hacer volver. Porque ésta chica de los labios azules, hoy puede caer.All Rights Reserved