-“¿Vos me querès?”, dijo ella miràndome sospechamente.
Hubo un silencio y volviò a preguntar, me puse demasiado nervioso, la mirè a los ojos y... sentì el impulso de besarla y decirle lo mucho que la amo, pero no lo hice, aún temo el que ella se espante en el momento que yo le diga que la amo, sería algo horrible dónde ella huya de mí lado y no vuelva jamás, no se que haría sin ella.
-“Te quiero” le dije, pero lo dije tan frío, tan desalmado, que creo que la lastimé y no lo creyó.
-“Si me querés, ¿por qué no me lo dices?, ¿por qué debo preguntarte?”
-“No te digo que te quiero porque es tan sólo una simple palabra en muchas ocasiones, de nada sirve decir que te quiero y no demostrartelo, por eso me preocupo por vos, por eso te pregunto miles de cosas sobre tí, me levanto cada mañana pensando en la forma para hacerte sonreír, el que si estás triste yo te pueda ayudar, por eso no te digo que te quiero, es más fácil demostrarlo bella dama.”
Volvió aquel vacío que nos incomodó esta vez, y no supimos que hacer, nos miramos a los ojos, nos tomamos de las manos y estuvimos a punto de besarnos, fue algo tan romántico, la luz de la luna nos favorecía, pero algo la detuvo y dijo...
-“Yo a tí te quiero y te lo he demostrado miles de veces, pero... no estoy segura de que pueda pasar algo más entre nosotros; te veo como amigo, pero también he pensado muchas veces en tener algo más que una amistad, ser novios, sé que funcionaría pero la del error soy yo lástimosamente.”
Una gran alegría invadió mi cuerpo cuándo me dijo que había pensado en ser algo más que amigos, pero a la vez sentí una gran tristeza.
-“(Me armé de valentía y...) yo a tí te amo, "prefiero esperarte y morir en el olvido, que olvidarte y morir sin tí"”
-“Tal vez nunca pase algo entre nosotros, eres muy persistente y sé que no te rendirás tan fácil”
-“Tienes razón, aunque mientras que eso ocurre quiero descubrir lo que hay en tus ojosAll Rights Reserved