Ver como se van adentrando lentamente en la oscuridad, en las tinieblas de una desesperada necesidad, en el océano de la desgracia, hoy claudico ante tu mirada, tus labios, tus manos, tus piernas y todo tu hermoso ser femenino que con ansias yo anhelaba para mi, hoy me despido de mis más íntimos deseos, dejo detrás todo lo que había soñado, revoco mis promesas y mis ilusiones, te dejo en libertad como ave que vuela al viento sin obstáculo, como brisas que se pasea libre sobre el oleaje de el mar, a pero no te equivoques, que el ver como nuestras almas se alejaban lentamente fue solo el principio de una lúgubre y caótica miseria, que bien sabía
yo que me aguardaba, pero aún así seguí intentando con una insuficiente y vana esperanza como el deseo de un niño, la anhelaba tanto que me segaba ante la realidad, fantaseaba en mi imaginación, cual niño en víspera de Navidad, hoy no te dejo, hoy no te olvido, hoy te anhelo.