David Potter se despierta un día cualquiera en el asiento conductor de un auto, junto a algunas cosas que no sabe de dónde aparecieron, un dolor de cabeza que le perfora el cráneo y vestido de traje, algo que realmente le desagrada. Aunque esta escena es bastante común para alguien de su edad ( o, al menos , la que cree tener), pronto él se da cuenta de que algo no cuadra: no recuerda qué pasó y por qué terminó de esta manera, en un auto que definitivamente no es suyo y con una carta dirigida, aparentemente, hacia él. Creyendo encontrar respuestas, se encontrará de frente con una verdad que pone en duda y en peligro toda su vida, y, probablemente, la de muchos miles de millones de personas más.