Yo solo tengo un gran corazón. Veo todos los días el mundo sufrir, agonizar y buscar ayuda. Mis ojos son de cristal, aun puedo observar a través de ellos todo lo que les ocurre a los que me rodean, pero no debo llorar. No puedo hacerlo. Porque si sucede nunca más podría ver el mundo como lo hago hoy.