Nunca entendí porque se le daba tanta importancia a la conservación de la virginidad, nos enseñaron valores, pero no a valorarnos. La mejor manera de consentirme era disfrutar de mi sexualidad. He aquí mis experiencias, narradas de manera aleatoria, alejadas de príncipes azules y sabanas de seda, aventuras en cerros y bajo los puentes, acompañada de gemidos y fantasías. Pase, lea y disfrute como yoAll Rights Reserved
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