El club de teatro, familia, amigos, música y estudiar, sobre todo estudiar eran parte de la vida cotidiana de Mitchie, una chica común y corriente de dieciséis años en plena adolescencia. Todo marchaba tranquilo y rutinario, hasta que una tarde accidentalmente choco su mirada con un chico, sin saber que ese suceso provocaría cambios impensables en ella. Pudo que haya sido el destino o mera casualidad, pero después de esto su vida comenzó a ser una montaña rusa de emociones, quizás sea la manera más fácil para tocar el cielo con las manos o más bien una puerta directa a su propio infierno sabiendo que sus demonios internos salen a la luz cuando ella menos lo espera.