Me pregunté varias veces (y por varias quiero decir unas 50) que podría pasar con las personas que leyeran esto sin haberlo escuchado directamente de mi boca, o sin siquiera saber que forman parte de esta historia, pero la verdad es que en la vez 51 pensándolo, ya estaba escribiéndolo, entonces entendí que eran más grandes las ganas de contarlo que el miedo que tenía respecto a contarlo.
Debería presentarme, porque eso es lo que se hace al principio de cualquier historia, pero si bien está es mi historia, yo no soy la protagonista, curioso, no? Entonces, es alguien más a quién tengo que presentar, y ese alguien, es Nacho.